Crónica Urbana I: Infidelidad

La infidelidad en todas sus formas es una mariconada, que duda cabe, osea, no nos hagamos los wueones. Lo que sí podría ser diferente son las razones: la de los inseguros e inmaduros, que no son capaces de entablar una relación con una sola persona; la que se hace por venganza; porque te enamoraste de otro, tenías una pareja como el forro o la relación hace tiempo no se sostenía, y así, sin querer queriendo, fuiste infiel y no le dijiste al otro porque uno siempre espera el mejor momento, que no existe.

Soy una convencida que la relaciones son como una planta y la onda. No hay que dejar de pololear. No hay que dejar de mirar al otro y acordarse como fue la primera vez que te gustó, o decirle que lo amas, de tener un camino en común en la vida.

Siempre he creído más en la lealtad que en la fidelidad.
¿Qué cual es la diferencia?
Según la rae estamos ante sinónimos, ni más ni menos. Pero rescato esta parte: "observancia de la fe que alguien debe a otra persona". Observancia de la fe.

¿Y que tal si una le pierde la fe al otro, se la sigue debiendo?

Yo creo a pie juntillas en la lealtad a mi misma. Soy leal a mi misma primero, y con esto me refiero que me meto por la raja varias cosillas que tienen que ver con lo que dicta la sociedad chilena, llena de lindos doble estándares. Que rico buena onda hacernos los tontos ante lo evidente.
Tampoco juzgo a los que son infieles, porque no tiro la primera piedra ni cagando en ningún tema (hago un esfuerzo por no juzgar a nadie!). Cada persona es un mundo. Y cada wueón sabe que hace con todo lo suyo

¿o no?