Tengo la convicción de que no existes
y sin embargo te oigo cada noche
te invento a veces con mi vanidado
mi desolación o mi modorra
del infinito mar viene tu asombrolo escucho
como un salmo y pese a todo
tan convencido estoy de que no existes
que te aguardo en mi sueño para luego.
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Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cuatro
y acabo la planilla
y pienso diez minutos
y estiro las piernas como todas las tardes
y hago así con los hombros para aflojar la espalda
y me doblo los dedos y les saco mentiras.
Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cinco
y soy una manija que calcula interes
eso dos manos que saltan sobre cuarenta teclas
o un oído que escucha como ladra el teléfono
o un tipo que hace números y les saca verdades.
Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las seis.
Podrías acercarte de sorpresa
y decirme "¿Qué tal?" y quedaríamos
yo con la mancha roja de tus labios
tú con el tizne azul de mi carbónico.
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Benedetti
1 comentario:
Yaaaaaaaaaaa!!!!
Lo no te conocía esa faceta!!
dónde quedó la chistosa, la que cuenta anéecdotas...te nos enamoraste?...o seaaa esta más que claro...mmmm no me esta gustando esto je je je...
eeeeee ahi hablamos y me contai
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