La comunicación des-comunica
Nacemos sociales, pero nos amparamos en el placer de lo momentaneo y cada vez somos más efímeros, menos arraigados, al momento, a la gente, al amor, a la vida.
Me pregunto una y otra vez cuán solos estamos. Cuán pasajeras y superficiales suelen ser nuestras relaciones y cuán menoscabado está el sentido de la tolerancia y la ligazón duradera y significativa.
....El pensamiento es rumiante... ......
¿Por qué todas las relaciones parecen solubles, esporádicas, y sin compromisos sentidos?. No logramos reconocer la diferencia entre jugar y jugarse.
Nos vamos perdiendo, enajenando, solitarios, frente a la tecnología, o expectantes de la comunicación del día a través de mensajes de textos, utilizando el elemento tecnológico no como una herramienta de trabajo y posible comunicación medida, sino como la vía de construir “una red” de relaciones. Que nos atrapa......Nos autocontrolamos, esclavos de "liberadores" elaborados por nosotros mismos; creando a su vez la necesidad de control y de cercenamiento de la libertad del otro. Vendemos nuestra autencidad al postor más diligente, a la tecnología más viable, ahogamos nuestra identidad en un mar de numeros, claves, nicks....¿cuántas caretas tienes hoy en día? ¿recuerdas cuantas claves secretas tienes y cuantos nombre virtuales te has dado?...dentro de eso...detrás de eso......¿vas recordando cosas?
Ni hablar de saber los verdaderos nombres de la gente que te rodea...el segundo nombre se convierte en una especie de confección vital....
.......Nos perdemos en los buscadores......
'Y' seguimos buscando. La búsqueda es infinita, porque es intrigante lo múltiple y lo diverso. Todo es intercambiable. Satisfacemos el momento según el interés. Nos llenamos de momentos aislados, nos vaciamos en la intensidad de los vínculos. llenamos el vacío de "poco" con "mucho" que en verdad no es nada...nada trascendental, nada importante, nada real
Los amigos mutan, tenemos muchos conocidos y, sobre todo, muchos “contactos” en el messenger y en la casilla de mail; las relaciones de pareja se rompen ante el más mínimo error porque siempre hay más para buscar, más y más para encontrar, ...oferta demanda.....más máscaras para representar la realidad inmedianta deseable...y nos resignamos al momento, a lo inmediato, a lo que no nos compromete...por que somos anónimos, intocables, inalcanzables, convertidos en islas paradisiacas en un mar de irrealidades, desencuentros y filtros parentales.
Tal vez nos resulte mucho más fácil vivir, flotar, navegfar en un marco de contención colectiva. Por que a la hora de poner los ladrillos de nuestros refugios mentales, hay una pared que podemos atravesar, y quizás....sólo quizás hay un paisaje en el que nos podemos sentir cómodos, un momento, un segundo de autenticidad, el calor de la cercanía de alguíen que toma el riesgo de hacerse vulnerable y deja caer las mascaras de esta sociedad en las que la conexión aisla, la comunicación desconecta y la sinceridad asusta.
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